Café con Woody

Nunca debí tomar café con Woody.
Pasé por una pequeña plaza donde la gente se sienta en las terrazas de los bares para charlar.

A veces voy allí con algún amigo, aprovechando la caída de la tarde, ese día paseaba sola ,de pronto reparé en él ,estaba sentado en una de las mesas de un pequeño bar,solo y frente a una cerveza,me acerque para saludarle y me invito a sentarme, después de pedir con voz temblorosa un cortado con leche fria,me presenté, así empezamos a hablar, él parecía cómodo con mi compañía y yo alucinaba, pensaba que en cualquier momento sacaría su clarinete y tocaría para mi, y la gente se acercaría a nuestra mesa para escucharle, pero en vez de eso, pedia otra cerveza y otra, me dijo que quería conocerme, que le hablase de mi.

Así, charlando estuvimos un buen rato pero el nivel de alcohol en su sangre hizo que volcase sobre el mantel todas sus miserias, quizá para imbuir en mi un sentimiento lastimero.

De pronto me vi sentada frente a un pobre hombre, al que yo admiraba, y pensé en el momento que le vi, allí sentado, aun sereno, y que hubiese sido mejor no haber aceptado ese café.