Un fin de semana de diez días

Importan las formas
y las miradas
las palabras vienen después
de cerca todo es mucho más bonito
las sonrisas parecen auténticas
y la lengua puede saborear tu cuerpo
jugar con tus deseos

Me declaro inconforme ante la belleza programada
ante los estereotipos recurrentes
ante la gente rancia

Llanero solitario
que dibuja momentos
que recuerda las piernas
que desafía la incongruencia
con gestos de bondad
en esta mesa, al calor de la luna
al frío de los bares
que me vuelco al hombro
pa darles chulería
confrontar el sexo con el exceso
y dejar un rastro de deseo
que cubre a tu corazón entre tu pecho
y que en el próximo cruce
buscaremos las casualidades
y retaremos los silencios
a los que la gente temen
y no saben callarse

Todo
¿o es que piensas que no saldremos ardiendo?
todo me llama a la desobediencia
y caminos zigzagueantes aparecen
como un juego
ya no tengo miedo a perder
y es que lo hago demasiado
para compartir mi erección
para la que sepa apreciarlo