Todos los años, en la empresa donde trabajo, nos realizan unos reconocimientos médicos de lo mas rutinarios, supongo, que como en todas (o deberían ser todas) las empresas.
Hace dos años, en el examen medico, me hicieron varias pruebas, (ya digo, que como a todos), equilibrio, capacidad pulmonar, revisión de oído y vista, después unas preguntas de nada y ¡ala! ,a correr.
El problema llegó cuando me dieron en mano los resultados de este reconocimiento, no es que hubiese nada alarmante, no, el problema fue, que en una de las casillitas, la cual correspondía a la pregunta ¿haces deporte? , se leía……Tipo de vida: sedentaria.
Bueno…….. ¡hasta aquí podríamos llegar!, ¿mi vida sedentaria?, traté de no darle mas vueltas y casi llegue a olvidarlo.
Y digo casi, porque un año después, nos anuncian en la empresa que se van a realizar las revisiones anuales, y una que es muy coqueta se pone para ese día, ropa interior color “blanco roto ,osea de la muerte”,con el fin de ir presentable, porque el facultativo que iba a hacerme las pruebas era un bombón, morenazo con ojos azules “que te mueres”.
El examen iba bastante bien hasta que hizo la dichosa preguntita (que ya se la podía haber ahorrado).
--¿haces deporte?
Ahí es cuando yo, en plan Doncella de Orleáns contra los ingleses, me levanté en armas.

--No, no hago deporte, pero, ni se te ocurra poner en el informe que mi vida es sedentaria.

El hombre con cara de…. ¡ya estamos!, me dice que si marca en la casilla que no hago deporte, el ordenador por defecto, pone “sedentaria” en el informe.Y que si no hago deporte…..no hago deporte.

A lo cual yo contesto:

--Veras(en tono amenazante),mi jornada laboral empieza a las seis de la mañana y acaba a las once de la noche, trabajo diez horas en la empresa, nadie me ayuda en casa, ademas tengo dos hijos, que comen cuatro veces al día, comidas que hay que preparar, ensucian ropa como no te imaginas, el mayor juega a futbol, mas ropa y al pequeño le ha dado por estudiar Ballet clasico,y tengo que llevarlo a 35 kilómetros de este pueblo, para que baile.Y no,no hago deporte porque no tengo tiempo ni energías,—a estas alturas el bombón buenorro me mira con la cara casi desencajada y seguro preguntándose, porque escogió esta mutua para ejercer—

Y yo concluyo, mientras agarro mi bolso, al mas puro estilo Seis Dedos para salir:

--¡Así que ni se te ocurra poner que mi vida es sedentaria!

El morenazo tiene sus ojos clavados en mí, y sé que es para no olvidarme, y no por mi ropa interior “blacon roto, osea de la muerte”, si no para recordar dentro de un año, a quien no tiene que preguntar si hace deporte.

Cuando el informe medico llegó a mis manos, podréis imaginar que fue lo primero que miré, ahí estaba decidido si yo había ganado o perdido mi particular batalla, y……….en blanco, el tipo la había dejado sin rellenar, en fin, la cosa quedo, como diría el amor de mis amores, en “tablas”.