Adios tristezas

Ahora que ya no me visitan
sé de la inutilidad de las tristezas,
de su autocomplacencia,
de llanto ahogado y sordo

De la pena, penita, pena
que no da más más que
para un par de buenos poemas
o una canción sin estribillo

A veces en realidad
lo único que haga falta
sea tal vez el valor,
para rendirse

Y adios tristezas


Si el mundo revienta

Honestamente,

eso de que
si tuviera la certeza absoluta
de que el mundo se acabara mañana,
aun así, hoy plantaría un árbol...

me parece una soberana gilipollez.

Si me aseguraran que el mundo
se va a ir al garete al amanecer,
-y no los incas, los mayas o los aztecas
que a fin de cuentas
no vieron venir su propio fin del mundo-
si la ciencia, Stephen Hawkin y sus colegas,
me garantizaran que todo se va a ir a tomar por culo...

pues no tengo ni zorra de lo que haría,

tal vez me pondría a trotar en caballo hasta el desfiladero,
o te buscaría y te abrazaría para temblar contigo,
o me sentaría en la playa fumando tabaco de liar, a esperar sin más,
o haría todas esas cosas a la vez,
o tal vez ninguna,

no lo sé.

Pero lo que tengo claro,
y acúsame si quieres de ser un
pragmático cabrón insensible,
es que no se me ocurriría ni por asomo
ponerme a plantar arbolitos

a las puertas del Apocalipsis.

Este frío nocturno que hay en mi ventana me permite licencias que siempre quedarán entre estas destartaladas hojas que ya no están en blanco

Yo podría ser de otra manera
pero ya no sería yo
y no tengo por qué dar explicaciones

Tengo que cagarla bastante a menudo
pero, la verdad,
es que me apetece tocarte el culo

Y no se si debo pintarlo de rosas
o cambiar la mirada
pero ya no sería yo
y no tengo por qué dar explicaciones

Si me llamas te sonrío
si me olvidas te recuerdo
que pocos son los gozos
y abundantes las sombras

Y aunque gilipolleces hago muchas
y no todas debo perdonármelas
ciertas evidencias
deberían de ser obviadas

Al final
y como siempre
me piden explicaciones
¿y qué les puedo decir?

La verdad es tan agobiante...
darte los pares
y sacar los nones
Cabe razón
entre tanto golpear
las piedras del suelo

Yo no soy como tú
ni puedo ser tú
pero ese sonido perfecto
del sexo en tu cuerpo
me pone cachondo

Escribe un recuerdo
y llévatelo a la cama
ésta madrugada
me acordaré de la mirada
de satisfacción sin arrepentimiento
sin esperar a imaginar un segundo
y que quiera un tercero
de escarceo a medias

Largas son las noches
ni te vas ni te vienes
y siempre sentencio en la libreta

Atomarporculo


A tomarporculo todo el convento
que ya somos mayorcitos
y que no queremos morir de espanto
que el Papa está borracho, cantando en la misa del gallo.
No sé cuantos hechizos has soltado,
pero esta vez, creo que te has pasado,
la luna en celo, sigue retozando,
lamiendo los entremuslos a su paso.
Puta, reputa. La han llamado,
y aun así, sigue fornicando
con todo lo que encuentra a su paso
Atomarporculo todo el cuartel,
Que la hiel se está envenenando,
no le quedan más insultos para escupir,
que todos se los ha pegado, al pecho con esparadrapo
Han censurado todos sus cuentos,
dicen que por soeces…. pero si tan solo son pornográficos¡¡¡
Esta vez.. ¿Te has pasado?
Pues atomarpoculo todo diosanto…..


Boston George

En fin... pensándolo bien... ¿ha valido la pena?

Dios santo, como ha cambiado irremediablemente mi vida. Siempre es el último día de verano y me he quedado fuera en el frío, sin una puerta para volver a entrar. He tenido más momentos intensos de los que por derecho me corresponderían. Para muchos la vida pasa de largo mientras hacen grandes planes para ella.

A lo largo de mi vida he dejado pedazos de mi corazón aquí y allí y ahora apenas me queda suficiente para seguir viviendo. Pero fuerzo una sonrisa, sabiendo que mi ambición sobrepasaba mucho mi talento.

Ya no hay caballos blancos, ni mujeres guapas en mi puerta.



Blow

Nada nuevo

Besos sin peceras,
puñaladas por correspondencia.

El sol no entiende de nocheviejas
a la hora del despertador

y la vida sigue siendo,

ese péndulo caprichoso
oscilando entra la guinda                                
y las guindillas,

ora dulce, ora intensa,

del que nadie escapa
indemne.