Hoy tampoco es mi día

Quemada va por dentro con restos de heroína,
le sobran motivos para andar jodida,
 algo ha escondido, un beso, van y se lo quitan,
su pequeña estrella debe de estar una fundida.

Lleva una vida muy sombría,
de viajar a la deriva,
otra noche con el mismo aroma,
el mismo color y sabor a cocaína.

Salió como cada noche a buscarse la vida,
El bolso lleno de condones, tabaco y la cartera vacía
Soñaba con que la suerte le cambiara un día,
Pero su suerte, le era esquiva.

Una madrugada en la Gran Vía
deambulando sin dinero ni comida
una mano estrangularía su vida
Ahora yace fría en esa maldita esquina,

Y con la mirada perdida
 de su boca salió una sonrisa,
al mismo tiempo que decía…
me temo, que hoy tampoco no es mi día.