Esta mañana, cuando me he levantado he visto con gran asombro que……¡¡¡ HORROR, HA NEVADO!!!Teniendo en cuenta que vivo a una altura de 800 metros sobre el nivel del mar y que estamos en Diciembre esto debería ser lo normal, pero lo terrorífico del tema es que ha nevado dentro de casa.Como estaba medio adormilada, pensé que con un café y la ducha, la alucinación desapareceria, nunca mas lejos de la realidad.Cuando salgo de la ducha, me miro en el espejo y veo que tengo un copo de nieve pegado en el labio superior, me doy cuenta de que es una pequeñísima bolita de poliestireno expandido, corcho blanco de toda la vida, de ese que todos hemos desmenuzado siendo niños.Mientras lo observo, recuerdo el agujero minúsculo que tenia uno de los cojines de mi hijo Nacho, con forma de mariquita, el cual “estaba” relleno de ese material, utilizo el tiempo pasado porque es así como se hallaba el cojín la noche anterior, porque esta mañana los cientos de miles de millones de bolitas de poliestireno estaban expandidas por toda la casa.
Convoco una reunión familiar con carácter urgente.
¡¡¡Todo el mundo al salón!!!
Reunidos de un lado mis hijos y el gato y de otro yo, abro la sesión con una pregunta.
¿Qué ha pasado aquí?
A lo cual mi hijo mayor responde:-La has cagado chaval.
El gato se acomoda pensando que por fin el dictador va a ser juzgado.
La respuesta de Nacho es que el cojín se ha roto, ¿Qué se ha roto?, pero si el cojín tiene un boquete de tres palmos y estaban las tijeras justo al lado.
Limpiar el estropicio no es nada fácil, solo tengo tres bolsas de recambio para la aspiradora.
He pensado en contratar un quitanieves o echar sal.
Y es que el protagonista de “Solo en casa,1,2 y 3”se queda corto al lado de mi angelito ,a modo de dato informativo diré que tengo una agenda desde que tiene dos años en la cual anoto todas las trastadas que hace.El chaval se ha metido entre pecho y espalda varios chupitos de mistol concentrado, gel, champú , mercromina, varias barras de labios, arena de playa y un puñado de hormigas, he llamado tantas veces al centro de toxicología que ahora somos como de la familia.
Pero la verdadera victima del insurrecto, es Zeta (el gato), el pobre animal tiene el cielo ganado, ha tenido que soportar, plumeros de papel pegados al rabo y varios cortes de bigotes.Un día, mientras le despegaba a mi felino un trozo de celo de las orejas, mi angelito me dejó caer una pregunta: ¿estaría guapo Zeta sin orejas?, tras lo cual escondí todas las tijeras de la casa, por si las moscas.