Te pertenece

Anoche, me dejé el corazón debajo de tu almohada, pero no me lo devuelvas, quédatelo, es más tuyo que mío, sé que lo cuidarás bien.

Pero te daré unas pequeñas instrucciones de uso.

Es muy fácil de mantener, sólo necesita una pizca de cariño y algún que otro abrazo

No es necesario regarlo con caricias, aunque si haces, florecerá varias veces al día.

Pese a ser de apariencia delicada, es muy fuerte, lo puedes dejar olvidado en un cajón años, y él puede esperarte sin inmutarse mientras sueña con la mejor de tus caricias.

El mejor de los abonos que le puedes dar, es el del querer, si llegas a quererle y cogerle cariño, tendrás a un corazón dichoso y bienaventurado, feliz y contento, capaz de dártelo todo, de cuidarte y protegerte, te mimarte y darte lodo lo que necesites. Incluso, es capaz de dejar de latir si lo necesitas.

Cuando te ausentes largas temporadas, no es necesario que dejes a nadie al cuidado, ni tan siquiera que lo lleves encima, con solo recordarle y pensar en él, es capaz de seguir latiendo.

Mi corazón te pertenece.