Cerrando el bar

En la serenidad de los hombres rectos
elegidos por la mano de dios
brindo esta última cerveza
por los desposeídos de la gracia divina.

Buscando una rosa en el desierto
encontré un oasis
¿dónde estuve yo tanto tiempo?
¿en qué me he convertido?
siervo de la perfección, inculto del buen entendedor
mísera condición de voces alejadas sin razón.

¡De aquí soy yo!
Es el mundo de la imaginación
cerca de la ventana
se vuela mucho mejor.

Libres del desencanto de la obligación
felices sin soledad
tristes por tu mirada
acabada, asombrada.

Diferentes
por no ser nada.
Iguales
¿o lo dudabas?