Bar con terraza.



El cliente siempre tiene la razón y a veces si tiene mucha pasta cambias las leyes, porque si tienes dinero eres el rey, el gurú, tu tienes el cetro de poder, si, eso que vas y dices…- ¡que se pueda fumar en mi local!-, y oye van y te cambian la ley para ti. 
Tu eres un magnate con pasta a reventar y te hacen lo que haga falta, de eso que  viene tu asesor financiero y te dice –hoy es un gran día, te va a besar el culo la presidenta de una comunidad- y ella va y te lo besa sin hacer ascos ni nada. Entonces plantas tu megaextragran negocio, o no, pero en ambos casos dejas al aire por cuanto se llega a vender la gente.
Ahora,si tienes una bar de mala muerte que te reporta pingües beneficios y defiendes cual reducto galo, en el que ya invertiste tus buenos euros para delimitar zonas de fumadores y de no fumadores y cambian la ley y se prohíbe fumar en todo  el cuchitril y como te quedaste tieso con el tabique de pladur,no puedes poner dos mesas en la calle, así que se te queda cara de póker cuando ves como tu clientela se  va al bar de enfrente, que aunque sus tapas no son nada del otro mundo, tiene una terraza cubierta muy molona de la que penden geranios de plástico por doquier y en la que caben cinco mesas "repretas" pero eso si,ahí se puede fumar.
Ya lo dijo un gran sabio, al rico le llega el hielo en verano y al pobre en invierno.
P.D. El autor del oleo es Manel Doblas,interesante  blog de pintura.