Un rottweiler llamado ciatica


Desde hace como unos dos meses tengo un Rottweiler enganchado a mi pierna derecha, el canino se aferro a ella con sus dientes de cocodrilo justo después de una limpieza a fondo de mi salón, con cambio de mobiliario incluido, los primeros días me dedicaba a tomar paracetamol y sacudir la pierna para ver si lo mareaba y se decidía a soltarse, a las dos semanas llegué a la conclusión de que aquello era cosa de consultar con alguien que entendiese del tema, estuve dudando entre dos posibilidades,ir a mi medico de cabecera,(Dra. Paniagua ,vaya tela de apellido),o acudir a un veterinario, la verdad es que entre una y otro no veo la diferencia (que no se me moleste ningún veterinario).

Con la decisión tomada acudí a mi doctora, quien después de mi explicación sobre el tema y sin exploración ni nada que apuntase a que sentía el menor interes, se decidió la muy sabuesa a envenenar mi sangre para que el bicho soltase el bocado.

Lo malo de tener un perro en tu muslo es que no puedes llevar tacones altos, bueno ni bajos, pues el perro se marea y aprieta con mas fuerza la mandíbula,con lo coqueta que es una.

Tras varias visitas más a la susodicha y con la misma indiferencia sobre el caso por su parte como resultado, procedí a cambiar de médico de cabecera.

Es curioso que tengan que pasar dos meses y un cambio de medico para que por fin te digan…………”Túmbese en la camilla”, ¡¡¡¡ VIVA LA S.S. !!!!.

Ahora me inyectan un liquido de color rosa,y tomo unas pastillas muy molonas, mi nuevo medico me dijo que solo tomase una al día y siempre después de la cena, e insistió en que fuese solo una al día y siempre de noche,,joder,que si llega a decirme que no beba agua después de las doce pensaría que dentro de las pastillas hay un gremlin.

Por las mañanas voy al trabajo con medio colocon y risilla fácil, y es cuando estoy así, cuando miro a mi perrillo y le veo esos ojillos, que hasta me dan ganas de ponerle nombre(se admiten sugerencias),espero tener que despedirme pronto del can, porque la gente empieza a pensar que me estoy volviendo medio gili.