Intrahistorias

Intrahistorias tristes
que nos circundan el alma
mientras ponemos pose
de aqui no ha pasado nada

Intrahistorias ajenas
que si te contará
no serías capaz de soportar
sobre los hombros,
que te sobrepasarían
y harían que te compadecieras
del resto del mundo
sin tener el valor de asumir
que en realidad te
compadeces de ti mismo

Intrahistorias de las que es difícil
guarecerse
que invitan a dejar de pensar
a cambiar de canal neuronal
y de hemisferio

Intrahistorias a ignorar
como las tasas de suicidio,
como el tifus,
como una mujer violada
en los suburbios de cualquier ciudad
de Zimbabwe.