Fin del camino

Rota la sonrisa; abierta la vida
Perdidos los ojos; en el silencio los oídos
Entregado el corazón de mil estrellas

Y se alza de puntillas para asomar sobre su propia vida.
Y le susurra al viento que le lleve a sembrar cada gota de su sangre,
esa que ya perdió en el camino...
esa que de tanto amar le secó los besos,
y robándolos la aurora, le dijo:
"A cambio una sombra entre los dedos".
"¡Cambio! ¡Mentiras! ¡Giro, giro, giro...!"
Y baila sobre sus propias pisadas y cae de rodillas,
vencedor...
por haberse vencido.