Me gusta hablar de penas

Me gusta hablar de penas y condenas,
así, cada vez que escribo una de ellas,
siento como si del corazón desapareciera.
La alegría la llevo dentro.
Superficial y perpetua,
y para no perderla
prefiero no hablar de ella,
Así que solo te cantaré mis tormentos
Si quieres,
te presento a mis mejores momentos.
Son breves, apasionantes
y en algún caso son compasivos.
Así que te pido,
mi querido amigo desconocido,
no traigas más tristezas por aquí,
Ya tenemos bastante con mis canciones.