Va de etiquetas.



Confieso que formo parte del movimiento 15M,que acudo a las calles cada vez que se nos convoca, que no pertenezco a la extrema izquierda,no pertenezco a nada ni a nadie,confieso que no me identifico con ningún color,símbolo ni bandera,porque mi identidad es otra cosa.
Que no me gusta este sistema económico y social en el que nos han encerrado y mantengo la esperanza de que todo cambie y por esto soy antisistema,porque este no funciona y  no por eso soy una salvaje,ni se me puede calificar como una persona agresiva o violenta,porque mi modo de vida es otra cosa.
Confieso que me gusta escuchar las asambleas,que las personas hablen libremente,allí no se etiqueta a nadie,no se discrimina,se respeta,se escucha,se participa,las plazas fueron creadas para eso,confieso que me da igual de donde sean las personas y quiero que a nadie le importe si soy de aquí o de allá,porque mis raíces son otra cosa.
Confieso que mi Dios no esta en las iglesias y tampoco en los bancos,ni en lo que tengo o no tengo,porque mis creencias son otra cosa.
Y si alguien se siente amenazado o agredido por esto y busca para defenderse colocarme una etiqueta,que mire a sus padres, los que también lucharon por lo que se nos quiere arrebatar ahora, después mire a sus hijos y se pregunte que les va a quedar si esto no cambia y dentro de unos años, piense a quien de ellos podrá mirar a los ojos para decirles -yo no hice nada- sin que se le caiga la cara de verguenza.