Ciudad sin Ángeles


A veces, los Ángeles no somos bien recibidos en la ciudad, porque tenemos que disfrazarnos de mortales, adquirir los mismos modales y hábitos, para pasar desapercibidos e involucrarnos con los demas.

Sin embargo, nuestra aura de seres anormales siempre nos juega una mala pasada.

No logramos aclimatarnos al lugar donde somos enviados. Nos crearon para dar un amor excesivo, pero olvidaron darnos fortaleza para soportar desamores. El aire hostil comienza a carcomer nuestros corazones.

Nos ahoga la presión constante de un sistema inconformista.

Deambulamos por la ciudad entre empujones y gruñidos.
Nos agreden, nos pisotean, nos creen tan mortales como ellos.

...Y a pesar de todo, seguimos amando.