Y lloré
lloré
como un niño
limpié todos mis pecados
Me agarré a las sábanas
y me escondí del mundo
y no pude parar
Tanto daño
me había quedado dentro
tanto castigo
que había podido aguantar
hasta ayer
No podía más
mi corazón estaba endurecido
afilado
y reventé
Este es mi perdón
aunque no te hayas enterado
una deuda
para mi siempre quedará
pero ahora
recogiendo los mil pedazos
ya no me siento condenado
aunque se
que nunca te mereciste ese daño