Como un caballo dopado a punto de salir en la cuarta carrera. Echo espuma por la boca, las piernas me tiemblan. Sólo quiero empezar a correr y me da igual acabar último que primero. Necesito salir de estas cuatro paredes, de esta cuadra pestilente llena de recuerdos y de mierda.
El teléfono me quema, definitivamente no se para que lo tengo. Si al final en toda esta historia estoy yo solo, todos tienen su camino y sus quehaceres. Esperando una respuesta al sos pero todos optan por unirse al caballo ganador.
¿Quién quiere hacer de buen samaritano? Todos tienen la lección aprendida. Empieza amigo la lucha contra ti mismo.
Educación e hipocresía. No gracias, prefiero pasarme la lengua con un cuchillo. Aprieta los dientes y prepara la pócima, van a tener que cogerme a balazos. Y tú, bonita, escoge el camino sencillo, que no estoy para miradas de luto.
Por favor, cierran la puerta por fuera. No tengo ganas de agachar el espinazo. Y déjenme de presentaciones, que esta boca sucia todavía es capaz de decidir, no necesita favores.