Dicen que soy un ángel, pero no, ya me queda poco, voy a dejar de serlo y estoy estudiando para que así sea. Estoy asqueado, harto de que me golpeen dos veces en el mismo carrillo, de ser engañado, de que me maltraten, de que desprecien y de que me ignoren, pero sobre todo, de que me mientan.
Años llevo con estudios sobre la maldad y crueldad del ser humano, estoy aprendiendo a como ser un déspota, un presuntuoso y sobre todo un gran farsante, quiero devolverles todo el mal que me han hecho pasar, y sí, estoy a punto de ser un diablo, un diablo con buenos estudios y grandes metas y estoy estudiando para que así sea.
Ahora ando terminado mi tesis, y en cuanto la termine, me licenciaré y por fin seré el demonio que siempre quise ser.
Solo me queda una última prueba, y así poder licenciarme, y no es otra que esconder la felicidad para que el ser humano no la encuentre nunca jamás.
He pensado en esconderla en lo más profundo del mar, pero creo que no, seguro que alguien inventaba algún mecanismo que es capaz de llegar a lo más profundo y así dar con la felicidad.
Quizás sea mejor esconderla en el más remoto de todos los planetas, pero tampoco, está claro que tarde o temprano, el hombre llegaría allí, a los confines del universo.
Pero he dado con el escondrijo perfecto.
Ocultaré la felicidad en el interior del ser humano, estoy convencido de que están tan ocupados buscándola, que nunca se darán cuenta que la llevaban dentro de sí.
El ser humano, se empecina en buscar la felicidad en sitios que no existe y nunca se darán cuenta de que la felicidad la llevan a dentro, desde el momento en el que nace, tan solo tienen que aprender a buscarla en sí mismo. Y eso es algo, que por mucho tiempo que pase, nunca lo entenderán.
Hoy soy un demonio feliz.
Tengo pues, mi tesis terminada.