Los hay que intentan conquistar a la luna
con un puñado de versos de mierda,
y separarla de mi vera.
pero mírala, todo sonriente,
que aunque la canten malamente.
va tranquila y muy quieta
se distingue entre la gente
con el volcán que lleva entre las piernas.
Un invierno voló,
y me dejó el corazón empapado en cerveza
como un poeta pariendo palabras
como a Islero herido de muerte.
Con la mente en blanco y un ojo abierto,
espero y sueño mal despierto
de nuevo a que llegue
ese puto amor temporero.
