Ritmo al compás de la amistad.
Pasos que dejan huella, momentos que quedan, instantes que permanecen. Personas que marcan.
La vida es un concierto en el que no hay que pagar entrada, en el que cada canción es una vivencia, un sentimiento. Y cada pausa, un silencio de sabiduría.
Luces que se apagan tras cada actuación. Humildad que incrementó tu brillo.
El tiempo compartido convertido en algo que recordar..
Cada recuerdo en una sonrisa.
Me encargaré de que suene la música cuando volvamos a vernos.
Mientras, aquí seguirán presentes momentos, grabados a perpetuidad.
Porque fuiste música, y como música has marchado.
Como una buena canción que nunca dejará de sonar.
Melodía en armonía