Los dos asuntos que más
me diferencian del resto
de la gente
son que,
yo no creo en la
especie humana
y que prefiero
las última y primera
rebanadas
del pan bimbo;
y aunque
a la hora de la verdad
mis actos sean solo
consecuentes
al segundo respecto,
y tan paradójicamente
contradictorios
en la primera cuestión,
me enorgullezco de ello.