Nadando entre mares tuve que buscar
palabras de amor,
mentiras para una noche de colchón.
Buscando la hierba pude recordar,
que tus ojitos de pena no quieren fumar,
no huelen el viento al anochecer
La arena se pega
el agua me ciega
y ahora tengo que ser un cabrón.
Me encanta tu guasa
te sigo hasta recordar
Me pierden tu cara, tu cuerpo
algún sopla pollas te dice te quiero
Te ríes, no miras
Ya puedo estar contento
es la de tu voz al despertar