Viviré cada vez que habléis de mí,
moriré cada vez que lloréis por mí.
Os vigilaré cada noche,
cuando la notas de vuestras guitarras tallen una nueva canción.
Y ahora que habito donde nace el silencio
y soy las estrofas de vuestra canción,
os mostraré el camino de vuelta a vivir.
Que nos se os mueran los sueños,
nunca dejéis de luchar,
y que las penas se os mueran de risa
así es más fácil conseguir
que un sueño se haga realidad,
nunca olvidéis que la felicidad,
tan solo es real cuando es compartida.