Como todos los días,
yo nací esta mañana.
Abandoné crisálida puro,
dispuesto a impregnarme de mundo,
dispuesto a crearme...
Inapelablemente:
respiré,
seguí el camino marcado,
auguré el claxon y el codazo.
Hice miseria para mantenerme
es lógico alimentarse
pues lógico es seguir con vida...
destrocé el reloj con la hastiada inercia de una rutina genética inventada
Viejo y agotado, sabedor de mí,
tejo seda
con un día más sobre la espalda
... como todas las noches.