Confesiones al techo blanco

Con el hábito y la soga puesta. Condenado a mirarme en la tele. Brumas, ahogos, deseos, impaciencia, olvido. Todo lo que concierne con el desastre. La mezcla de sensaciones. Aprobaciones y refutaciones. Todo da vueltas una y otra vez. La pena sustituye a la alegría, la alegría es un bebedizo para la pena. Todo el odio y el amor juntado en un mismo momento. En un mal momento.

Los intereses capitalistas, que reniegan de la salud, nos manejan cual fichas de monopoly, como calderilla en manos llenas, en una mano perdida, en un póker sellado, a cortinas bajadas. El macho dominante ya no es el más fuerte físicamente. Ya no se lleva el gato al agua el que parte la boca, sino el que la sella. No gana el que derrumba a su contrincante, sino el caído con la apuesta a su favor. Ya no queda honradez y los putos chinos están reventando el pequeño comercio. Nunca cierran y al final acabas comprando allí.

Me llama la luna, tumbado en mi cama. Mañana será mañana. El sol será quien me lo diga.

Leyendo en voz alta

...

- No, no es en absoluto debido a eso -contestó Porfiri-. Lo que ocurre es que en el artículo de este señor, todas las personas están en cierto modo divididas en "ordinarias" y "extraordinarias". Las ordinarias deben vivir en la obediencia y no tienen el derecho de transgredir la ley porque, ya ven ustedes, son ordinarias. Pero las extraordinarias si tienen el derecho de cometer todo género de delitos y transgresiones de la ley, sólo por el hecho de ser extraordinarias. Si no me equivoco, eso es lo que dice, ¿verdad?

Raskólnikov sonrió de nuevo. Enseguida comprendió de lo que se trataba y hasta dónde querían conducirle. Recordaba muy bien su artículo. Optó por aceptar el reto.

- Eso no es exactamente lo que digo - empezó con sencillez y modestia-, aunque confieso que lo ha expuesto usted casi correctamente o incluso, si lo desea, con plena corrección...-parecía como si le resultara agradable admitir la plena corrección de la interpretación-. Con la única diferencia que yo no sostengo en absoluto que las personas extraordinarias deban irremisiblemente y tengan la obligación de cometer siempre todo género de desmanes, como usted afirma. Incluso opino que un artículo así no habría podido publicarse. Yo aludía simplemente a que la persona "extraordinaria" tiene el derecho... o sea, no un derecho oficial, sino un derecho propio, de saltar por encima de ciertos obstáculos, y aun eso tan sólo en el caso de que así lo exija la realización de una idea suya, en ocasiones salvadora, quizá, para toda la humanidad. Dice usted que mi artículo no está claro. Pues bien, en la medida de mis posibilidades, estoy dispuesto a aclararle todo lo que desee. Es posible que no ande equivocado al suponer que así es. Permítame. A mi entender, si los descubrimientos de Kepler o de Newton, por los motivos que fueran, no hubieran podido ser conocidos, sino a costa del sacrificio de una persona... o de diez, o de ciento, de cuantas usted quiera poner... que fueran un estorbo para esos descubrimientos o que se alzaran como un obstáculo en su camino, Newton habría tenido el derecho, incluso la obligación, de eliminar a esas diez o a esas cien personas para hacer llegar sus descubrimientos a la humanidad entera. Lo cual no significa en modo alguno que Newton tuviera el derecho de matar a diestro y siniestro a quien quisiera o de robar a diario en el mercado. Hay más: recuerdo haber expuesto luego en mi artículo que todos... por ejemplo, los legisladores y los rectores de la humanidad, empezando por los más antiguos y siguiendo por los Licurgos, los Solones, los Mahomas, los Napoleones y demás..., todos sin excepción, fueron delincuentes aunque sólo sea por el hecho de que, al promulgar una ley nueva, violaban la antigua venerada por la sociedad y legada por los padres y, desde luego, no se detenían ante la efusión de sangre, si es que la sangre, a menudo totalmente inocente y derramada con valor por la ley antigua, podía serles útil. Lo notable es que la mayor parte de estos bienhechores y rectores de la humanidad son los que más sangre han hecho correr. En una palabra, expongo que todos aquellos que, sin alcanzar la grandeza, descuellan un poco, que son capaces de decir algo medianamente nuevo, han de ser forzosamente delincuentes por naturaleza propia... en mayor o menor grado, como es lógico. De lo contrario, es difícil descollar y habrían de quedarse en la mediocridad, cosa que no pueden admitir y que, en mi opinión y también debido a su naturaleza propia, tienen incluso la obligación de no admitir...

"Crimen y castigo". Fiódor Dostoievski

Un gran día

Veinticinco de marzo de dos mil diez. Hoy es un gran día que por siempre quedará marcado en el calendario de mi memoria. Hoy he salido triunfante en la eterna batalla que cada ser mantiene con sus propios temores, o al menos con uno de ellos.
Temores, inseguridades… se presentan en tu vida de improvisto, sin avisar. Puede ser que un pequeño accidente en el jardín derive en una aracnofobia. Hay gente que, ante una alopecia galopante, intenta (sin mucho éxito por lo general) cubrir la vergüenza de su desnudez con un ridículo bisoñé o el castizo peinado en cortinilla. Otros sienten pavor ante la idea de hablar en público. Otros, miedo a los enfrentamientos. Y, por lo general, todos morimos con algún temor inconsciente por vencer.
Pero yo puedo tachar uno de mi lista ¡ja!
¿Conocéis esa sensación de miedo que te recorre el cuerpo mientras te repites “esto me va salir muy caro”? Quien conoce sus temores y se enfrenta a alguno de ellos, lo sabe. Yo no paraba de repetírmelo una y otra vez mientras avanzaba por el pasillo hacia su despacho –esto me va a salir muy caro, esto me va a salir muy caro... En un par de ocasiones tuve la tentación de dar la vuelta y retroceder sobre mis pasos. Pero no, esta vez era la buena... Y esa cara. Ya había visto esa cara en varias ocasiones: pálida, imperturbable pero sonriente, segura de ganarme todas las partidas. Aunque sabía perfectamente lo que me esperaba al otro lado de la puerta, mi cuerpo se movía como guiado por esa frágil inercia que balancea la hoja mientras cae hacia un destino incierto. Afronto la maldita puerta. Mi mano temblorosa la descorre y ahí está él: pálido, sonriente e imperturbable.

-Creí que no volvería a verte por aquí, chaval. Pero veo que tienes cojones.

Mi corazón a mil, como el motor de un fórmula uno. Respiré hondo, como si fuera la última vez que lo hiciera en mi vida, y las palabras brotaron de mi boca sin control:

-Esta vez soy yo quien te va a joder a ti-. Y cerré con un sonoro portazo.

Tras veinte minutos abandoné aquel lugar con la seguridad de que mi vida había cambiado por completo. Nada volvería a ser lo mismo. Por fin he conseguido cagar en los baños de la facultad.

Torriá




Los veranos siempre eran diferentes,nada mas llegada la estación mi madre se afanaba en preparar en capacitos de esparto todo lo necesario para nuestra estancia en Torriá.


Durante toda una mañana mi padre hacia viaje tras viaje con su moto Bultaco,para hacer el traslado de familia y enseres,aunque eran pocos kilómetros,ese viaje me parecía eterno yo siempre viajaba sentada en el deposito azul y agarrada al manillar.

Torriá es una finca situada a pocos kilómetros de Onil,entre las montañas y aunque ahora me parece un rincón encantador, entonces parecía una finca tremendamente extensa,con una casa pequeña que comartíamos con mis tíos y primos,una senda estrecha por la que solo podíamos caminar en "fila india",nos llevaba hasta la balsa de riego que se abastecía de agua por un nacimiento que surgía de una forma casi imposible de entre las montañas.

Los días pasaban rápidos y cada momento era especial,sobre todo el baño,que siempre nos parecía un premio por hacer la digestión,dura tarea que tardábamos dos horas en realizar,pero acabado corríamos por el sendero gritando y saltando para no llegar el ultimo,detrás nuestras madres corriendo también temiendo que nos ahogasemos en medio metro de agua.

De vez en cuando vuelvo allí y cuento a mis acompañantes las mil aventuras que viví junto a mi hermano y  primos en cada uno de aquellos rincones,todo ha cambiado,pero aun quedan reminiscencias de aquellos recuerdos como la casita,la balsa y del nacimiento aun brota un hilito de agua.

Vente conmigo a mi vera

Quiero que cada mañana

cuando salga el sol,

Amanecer a tu vera,

para recoger tus lágrimas

y así, ponerlas a secar

para olvidar nuestras penas

Quiero ser el pellizco de cuando te olvidas,

El costurero de hilos perdidos

Y ladrar en tu alcoba

Con voz cazallera

Escapar de tu cama

Por la cuneta de tu corazón

Vente conmigo a mi vera

Y verás la escandalera

De los hijos de perra

Que tintan de oscuro los peldaños de la ilusión

Que ya son demasiadas primaveras

bailando con la mala suerte

Arriba en el aire

Esta es la historia de un hombre sin pasado, cuyo recuerdo viaja en la primera clase de cualquier avión, que se desliza entre tarjetas business, con derecho a no guardar la cola, a no sacar la billetera. Cuanto más lento caminas más rápido pasa la vida.

La apariencia te hace duro. Los "dinosaurios" de los negocios perdieron dinero con tanta falsedad, es hora de despedir personas honradas. Su valentía les impide dar la cara, pegar la patada. Este es tu negocio. Llegas, engañas y te vas. Siempre sonriente. Tu vida consiste en hacer creer que cualquier otra vida puede ser mejor, cualquier otra. Nadie te conoce, no tienes lugar.

Acostumbrado a vivir solo, a sentir solo. Acostumbrado a viajar solo. Los hoteles se convierten en tu casa. Cada nueva ciudad es una razón para vivir. Nunca en el mismo sitio. Nunca más de una semana. Tu familia se ha convertido en esa absurda unión que alguien ha querido conservar. Te quieren pedir más, tú no sabes dar nada más.

Lo mismo le pasó al diablo. Vino de malo y conoció lo bueno. Creías que podías controlar los acontecimientos. Una vez que ves y te hacen ver ya no quieres cerrar los ojos. Todo es bueno y maravilloso. Ya no crees en lo de antes. Tanta gente que esperaba tu maleta. Llena de cosas materiales que puedes quemar. Llena de gente que te rodea y que pesa demasiado para tener que llevarla contigo. Todo eso ha quedado en nada. Alguien ha silbado tu canción favorita, ya toda esa mierda no la necesitas.

Haces feliz a quien no te esperaba. Te conviertes en el hermano mayor que todos anhelaban. Quieres ser el marido de quien te acompaña. Os creías iguales. Te has quitado la careta demasiado pronto.

Quisiste triunfar de Don Juan. Aparecer en su casa. Nadie te esperaba. Tu gran final feliz acaba arrebatado por una familia que tu no formaste, por un mundo que no imaginaste. Con unos hijos chillones, grandes. Llegaste tarde. Te usó a su antojo, se divirtió. La palabra de una mujer no cambia hasta que no pronuncie una diferente.

Llegas al aeropuerto, miras tu vuelo. Ya estás en lo de siempre. Aquí nadie te vence. Estás tu solo. Es la única manera de ser fuerte, sobreponerse, sobrevivir. Viajando rápido, viviendo lento.

Réquiem por un perro

Esto es parte de un adiós resignado, un susurro de impotencia. Aún recuerdo aquellas lágrimas que con tu silencio acompañaste. Quizás la única a quien podía contar y compartir la rabia del olvido. Cuántas veces he pasado por tu lado y no te he tocado, sólo hablado. Cuantas veces me he acercado y nuestras miradas, en dos mundos tan diferentes, se han entendido.

Me ha faltado tiempo para todo, tantos años que ahora han quedado en nada. ¿Por qué tuvo que pasarte a ti? Ya no creo en el tiempo estipulado, ya no creo en la muerte por vejez.
Se me llena la boca de lágrimas. Siento tu rincón vacío. Tu plato de comida lleno. Te busco cuando llego y te pierdo cuando pienso.

No hace mucho te disfruté en el otoño, mi lectura incesante se perdía en tus quehaceres. Nunca salvo en ti aprendí de la libertad.
Te quería mucho, te quería demasiado. Al viejo has destrozado. Maldita muerte inoportuna.

Me quedaré con tu nobleza. Me quedaré por llenarme el corazón en cada regreso. Me quedaré porque nunca me olvidaste. Me quedaré porque tu amistad fue insuperable. Te llenaré.

Cuando nada vale nada

Y sigo, desde la lejanía, los acontecimientos que suceden en la tierra lejana. Húmeda, por las incesantes lluvias que nos recuerdan que el invierno todavía tiene algo que decir. Hace tiempo que se nos muestran las consecuencias de la estupidez, de la decepcionante separación de nuestra naturaleza.
Y aquí, el el rincón de la luz y el frío, mientras llevo mi "shauní", espero a que las palabras y el humo me lleven a decir algo. Las persianas ya cerradas, las vistas del hotel quedan censuradas. Llevo todo el día viendo los mismos balcones, vacíos, expectantes, deseosos de que llegue el verano. Sol, agua, chicas,..., los hijos de puta me van a joder la tranquilidad. Borrachos que se mearan en mi puerta y tan a gusto vendrán a decirme que all inclusive es lo único que conocen cuando salen de su casa, cuando dejan de ser personas cívicas y falsas.

Hoy me he arruinado haciendo planes imposibles. Indeciso y cobarde. ¿Qué es lo que quiero? Ya no basta con soñar cuando otros lo hacen, ya no basta con meterme en su piel, caminar y estudiar, inmerso en un mundo de satisfacción. Todo eso no existe y como tal, debe desaparecer. Ganarse la satisfacción personal, sobreviviendo, cueste lo que cueste, caiga quien caiga.

Me importa un carajo que llueva o haga sol, que el frío me congele los huesos o que el maldito medio día me queme las venas. Me importa ya muy poco que mientras otros reman yo me quede en la orilla, viéndolas venir.

Hoy me voy del mundo, mañana volveré. Que se jodan buenos y malos. Que no existe otra cosa que las miserias de la gente, disfrazadas de buenas palabras. ¡Malditos mezquinos hijos de puta!
Aún estamos en el alba y el calendario pone a su antojo otro día, los relojes marcan otra hora y sigo escribiendo puñetazos en el aire.

Para cuando vengas


Para cuando vengas he pintado de azul la puerta de la casa, he esparcido cojines por el suelo y encendido las velas que te gustan.
Para cuando vengas he preparado fotos nuestras con historias y recuerdos pegados a ellas,he preparado risas y cuentos en voz baja.
Para cuando vengas el aire tendra aroma de almendros y el sendero que recorre el bosque lucira  tomillo y romero.
Para cuando vengas volaran  golondrinas y traeras el aroma del mar pegado a tu piel... para mi piel.
Para cuando vengas esperare detras de las cortinas llamando a la noche,con el corazon encogido y el alma resuelta a caminar.



Sabado noche



El local era de esos en los que encuentras mil cachibaches polvorientos pero el conjunto era expectacular,maletas,collares,lamparas y plumas,todo parecia que habia estado alli desde siempre, fuera un gran  jardin repleto de sitios donde recostarse y decenas de velas encendidas acompañaban el paseo.
Espigadita,fragil y su voz.........su cuerpo se retorcia al compas de un chelo y una guitarra,asi es Irene,la musica de Helio entraba por los oidos directa al corazon,buena musica y buena compañia al lado del mar¿quien necesita mas?.

Gracias una vez mas.